Helena de Moscú
Helena Ivanovna de Moscú fue hija del gran príncipe de Moscú, Ivan III. Por matrimonio sería gran duquesa consorte de Lituania y reina consorte de Polonia sin haber sido coronada jamás ya que no aceptó convertirse al catolicismo. Su matrimonio sin descendencia con el rey Alejandro I Jagellón sería una fuente constante de tensión entre el Principado de Moscú y el Gran Ducado de Lituania. En vez de garantizar la paz, el matrimonio de Helena le dio su padre, Iván III, una excusa para interferir en los asuntos de estado lituanos, acusando a Alejandro de maltratar a Helena y de reprimir a los creyentes ortodoxos, pretextos que servirían para renovar las guerras moscovito-lituanas en el año 1500. La guerra acabó con una tregua de seis años en 1503; el Gran Ducado de Lituania perdió casi una tercera parte de su territorio. A pesar de tensiones políticas y diferencias religiosas, el matrimonio fue feliz y eran muy unidos. Después de la muerte de su marido en 1506, Helena quiso regresar a Moscú pero no se le fue permitido. Cuando planeó huir, fue arrestada y posiblemente envenenada.